FEP 2025; Cuatro días inolvidables de música.

FEP 2025; Cuatro días inolvidables de música.

Fotos: Julián Pinzón – Diego Molina

El Festival Estéreo Picnic 2025 no solo fue un despliegue de talento y producción impecable, sino una experiencia colectiva que reafirmó su lugar como el evento musical más importante de Colombia. Durante cuatro días, el Parque Simón Bolívar se transformó en un universo paralelo donde convivieron el rock, el pop, la electrónica, la exploración experimental y las más puras emociones.

 

El festival abrió con una energía vibrante y una audiencia lista para dejarlo todo desde el primer acorde. MIEL, con su fuerza y potencia, fue una de las grandes revelaciones del día, demostrando que el rock colombiano sigue vivo y con mucho que decir. La combinación de texturas en las presentaciones de los artistas generaron un gran revuelo entre lo nuevo, lo vintage y lo que nos gusta.

El segundo día trajo consigo un espectro sonoro amplio y una curaduría que hizo vibrar al Parque Simón Bolívar. Una alineación que podría ser la mamá de las alineaciones; a pesar de la cancelación por enfermedad de Incubus, vivimos el rock, el pop y la música popular reunidos en un solo escenario, como si la máquina tragamonedas se hubiese convertido en festival.

El tercer día fue un carrusel de emociones. Justice, por su parte, cerró con un show monumental que combinó rock y electrónica en una sinergia perfecta, dejando al público en un éxtasis absoluto. El último día del Estéreo Picnic 2025 amaneció con la certeza de que la despedida sería gloriosa. Desde las primeras horas, la diversidad se tomó los escenarios, la gente a pesar de la lluvia que asomaba con rasgos de diluvio universal, llevó que el barro y la alegría se combinaran como piezas arqueológicas musicales. Tal vez y me atrevo a decir, que la medición de artistas para un 2026 en solitario era total, Beck nos recordó porqué es el papá del indie rock. Su gran versatilidad en el escenario nos llevó a un capítulo de Futurama o mejor aún, devolvernos en la máquina del tiempo para revivir los noventas.

La noche trajo los actos más esperados. Mon Laferte transformó su set en un manifiesto emocional, fusionando ska, cumbia y dramatismo en una propuesta teatral inolvidable. Empire of the Sun nos llevó a otra dimensión con su estética futurista y un We Are The People coreado hasta la extenuación. Olivia Rodrigo, en un despliegue de carisma, se apoderó del Johnnie Walker con una entrega feroz y un público que cantó cada línea de Drivers License con el corazón en la mano. Rüfüs Du Sol cerró el Adidas con un viaje sonoro de texturas hipnóticas, mientras Caribou despedía el festival con una dosis de electrónica sofisticada y catártica.

 

El Festival Estéreo Picnic 2025 terminó como debía: con aplausos interminables, con miradas que sabían que algo especial había pasado. Fue un festival de apuestas y riesgos, de artistas emergentes y leyendas consolidadas, de diversidad y pasión. Y sobre todo, fue la prueba de que la música en vivo sigue siendo una de las experiencias más poderosas que podemos compartir.

Hasta el próximo año, Estéreo Picnic. Que nunca nos falte la música.

 

 

 

Seguiremos siendo creyentes

 

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